Mi deseada y esperada aventura en la Rioja Bike Race (RBR) me posibilitaba obtener los puntos UCI necesarios para tener parrilla en competiciones internacionales y disputar la copa del mundo. Es decir, en gran parte, dependía de esta competición para hacer realidad mi sueño.
Ese sueño, de disputar las copas del mundo, lo había cuidado mucho des de principios de temporada, preparándome específicamente para esta competición. El objetivo era claro, quedar entre los 11 primeros clasificados y tener vía libre para disputar la prueba de más prestigio mundial y asegurarme una parrilla de salida en todas las competiciones, cosa que no me reconocen y siempre tengo que marcarme una remontada en las carreras para contactar con los de adelante.
La primera etapa tenía muchos nervios, porque sabía lo que me jugaba y por el gran nivel 
que había. Salía, como no, bastante atrás y eso me preocupaba por si no contactaba con los de adelante, pero Ingrid me tranquilizaba y me decía que no tendría ningún problema. Así fue, después del calentón inicial, contacto con cabeza de carrera y ruedo “cómodo” en el pelotón. Bueno, eso de cómodo poco, ya que había mucha tensión allí dentro, y más cuando por los caminos se nos cruzaban coches y tractores y peligraba nuestro físico. Despues de comer una gran polvareda, comienza la subida, que la verdad, se me hizo corta, y se va estirando el grupo. Una vez arriba, comenzaba la bajada técnica dónde adelanto a varios corredores y contacto con un grupo que rodaría hasta final de carrera, finalizando en una posición 15 sin mucho desgaste físico, con diferencias muy cortas y una media de 26km/h.
Las piernas las recuperé muy bien, cuidé cada detalle alimentario, nutrición e hidratación. Llegaba a la segunda etapa con las piernas más “frescas” que en la primera. La salida fue rápida en los primeros compases de la carrera pero rodando tranquilo porque sabía que cuando se incrementara el ritmo en la subida aguantaría los cambios de ritmo. La subida a Clavijo era larga y progresiva y llegué arriba con mucha “chispa” a pocos segundos del primer clasificado. La segunda subida, era más larga, dura y técnica, y cuando empecé a avanzar corredores del nivel de Catriel Soto, Pasamontes, los polacos, de la Peña… y me situaba solo entre el grupo de cabeza y el perseguidor decidí no resguardarme y contactar con los primeros. Apretaba y apretaba y poco a poco me acercaba a los cracks. Una vez arriba del todo de la subida, comenzaba el descenso, y aquí sufrí el fatal accidente que me obligó a abandonar la etapa y la RBR. El error? Posiblemente las ganas de formar parte del grupo de cabeza y contactar con ellos, ya que me veía con claras opciones a ello. No hubiese cometido este error, lo más seguro, si tuviese una visión más conformista o sencillamente, tomarme la bajada para relajar piernas y descansar… Pero como he dicho antes, yo quería, podía y me veía dentro de esa grupeta porque me encontraba realmente bien.
Los errores se pagaron caros contra mí, me caí en una zona de muchas rocas y tuve que abandonar la carrera por contusión en el cuádriceps (me impide pedalear) y varios componentes de la bici averiados. Ver que en pocos segundos pasas de “consolidar” un objetivo a retirarte es doloroso, anímicamente duele, pero siempre he mirado hacia adelante y he podido reponerme de las caídas, lesiones, adversidades… y por eso quiero seguir luchando ya que queda mucha temporada por delante y tengo otros objetivos “bonitos” de vivir, como por ejemplo, mantener ese liderato en Copa Catalana y el 2do puesto en Open de España, entre otros.
Ahora toca dedicar todo el tiempo necesario a recuperar bien la pierna y preparar las próximas carreras de Open de España.
Mario Sinués Micó 